¿Es la maternidad la mayor satisfacción a la que aspiran las mujeres, como asegura el CIS?
La psicóloga Marta Fernández subraya que las investigaciones indican que son los vínculos de calidad los que más relación tiene con la felicidad, no el hecho de ser padre o madre. Y recuerda que el apoyo recibido durante la crianza está relacionado con la satisfacción de la maternidad.
Violeta Molina Gallardo |
Madrid (EFE).- ¿Es la maternidad la mayor satisfacción que puede tener una mujer? El CIS ha hecho esta pregunta a la ciudadanía, hombres incluidos, un planteamiento que diversas expertas critican por sesgado, por proyectar un concepto idealizado de la maternidad al que difícilmente alguien se opondría y por integrar una “moralidad patriarcal”.
El Centro de Investigaciones Sociológicas ha consultado tanto a hombres como a mujeres por la identificación de la maternidad con la satisfacción, pero no ha acompañado esa cuestión con otra que plantee si la paternidad es la mayor satisfacción a la que pueden aspirar los varones. Un amplio porcentaje contestó que sí, el 58,9 %.
Una pregunta mal planteada
La psicóloga clínica experta en maternidad y paternidad Marta Fernández, autora de ‘Maternar a voces’, explica a EFE que el planteamiento de la pregunta está mal porque ni siquiera se pregunta si ser padre o ser madre es la mayor satisfacción que una persona puede tener, se centra en las mujeres, lo que evidencia que “el reparto de los cuidados sigue sin ser equitativo”.
“La maternidad tiene una parte maravillosa de encuentro, vínculo y realización personal, pero también es un trabajo que seguimos realizando de forma desigual hombres y mujeres”, enfatiza.
Los resultados de la encuesta ‘Percepciones sobre la igualdad entre hombres y mujeres y estereotipos de género’ indican que el 59,5 % de los hombres y el 58,7 % de las mujeres está muy o bastante de acuerdo con identificar la maternidad con la máxima satisfacción que puede tener la población femenina.
La edad, la ideología política y el nivel de estudios de las personas encuestadas tienen un impacto en esa opinión. Así, cuantos más años, mayor afinidad con los partidos conservadores y menor nivel de estudios, más apoyo a esa afirmación.
“Una mirada patriarcal de la maternidad”
La socióloga feminista y exdirectora del Instituto de las Mujeres, Beatriz Gimeno, denuncia que se trata de una pregunta ideológicamente sesgada, pues hace referencia a “uno de los tópicos patriarcales más extendidos: que la maternidad es una satisfacción para las mujeres”. Una cuestión que, destaca, no contribuye al debate de las implicaciones de la maternidad.
“¿Quién va a decir que la maternidad no le satisface? (…) La mala madre es la peor figura de la cultura. Mujeres que digan que tener hijos no es la máxima satisfacción, que no les apetece tenerlos o incluso que se arrepientan claramente de la maternidad son consideradas malas mujeres”, asevera.
Formular esa pregunta lo que busca, afirma Gimeno, es reafirmar antiguos códigos que no dejan de ser patriarcales, demostrar que siguen vigentes: “Es como propaganda, un publirreportaje: si dice que es lo que más satisfacción proporciona, está aleccionando, empujando, demostrando que la maternidad es algo fantástico. (…) Podrían preguntar por el nivel de insatisfacción, la preocupación que genera, por lo que te ha quitado la maternidad”, sostiene en conversación con EFE.
En este sentido, la también socióloga feminista y autora del libro ‘Mamá desobediente’, Esther Vivas, incide en que incluir esta pregunta en una encuesta del CIS refleja una “mentalidad que sigue reproduciendo una mirada patriarcal de la maternidad”, idealizada, que poco tiene que ver con la maternidad real y que “no cuestiona el mandato de la madre feliz”, de manera que induce una respuesta alineada.
¿Una maternidad gozosa?
Vivas explica que la maternidad “se caracteriza por la ambivalencia e implica sentimientos contradictorios”: “Es fuente de satisfacción para las madres, pero también de angustia, de no llegar a todo y de dolor”, destaca.
Esa imagen idealizada de la maternidad, continúa, sigue enquistada en el imaginario colectivo, potencia la identificación de maternidad con feminidad y hace un “flaco favor a las madres”. Apunta que es normal sentir malestar o arrepentirse de la maternidad porque “en esta sociedad ser madre es tenerlo todo prácticamente en contra”.
Menciona Vivas la corta duración de los permisos por nacimiento, la violencia obstétrica, la falta de apoyo a la lactancia materna, “que se siga considerando a la madre como principal cuidadora y responsable del futuro de las criatura”, la dificultad de compaginar maternidad y empleo, el cuestionamiento constante de las decisiones de la mujer… Cuestiones que “dificultan la maternidad gozosa”.
La psicóloga Marta Fernández subraya que las investigaciones indican que son los vínculos de calidad los que más relación tiene con la felicidad, no el hecho de ser padre o madre. Y recuerda que el apoyo recibido durante la crianza está relacionado con la satisfacción de la maternidad.
Tanto Vivas como Gimeno y Fernández critican con dureza que el CIS haya preguntado a los hombres sobre la satisfacción de las mujeres y que no haya ahondado sobre su relación con la paternidad, lo que tiene “una carga machista muy importante”.
A este respecto, la directora de ‘MaMagazine’, Victoria Gabaldón, insiste en que la pregunta de la encuesta está mal articulada: “No se cuestiona si la paternidad es la mayor satisfacción que puede tener un hombre. ¿Es que tener criaturas sólo concierne a las madres? (..) La pregunta deja entrever la idealización de la maternidad, la idea de que la mujer sólo se sentirá completa o realizada si se convierte en madre. Una idea peligrosamente discriminatoria: ¿son menos mujeres aquellas que renuncian a la maternidad o que, aun deseándola, no han podido convertirse en madres?”, se pregunta.
EFE