Rosario (Argentina), 16 mar (EFE).- Ya sea por agua o por tierra, el núcleo más duro de las fuerzas federales argentinas, que prometió días atrás la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, está en Rosario equipado con tecnología de punta y vehículos blindados para reforzar la lucha contra el narcotráfico.
La violencia del narco, que desde hace décadas está presente en la tercera ciudad más grande de Argentina, se intensificó en las últimas semanas con el homicidio aleatorio de ciudadanos como represalia a las medidas del gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, para implantar el ‘estilo Bukele’ en las cárceles de su provincia.
Ante la coyuntura de inseguridad, el Ejecutivo intervino con la creación de un comité de crisis, que envió a Rosario cientos de efectivos de Prefectura, Policía Federal, Gendarmería, Policía Aeroportuaria y hasta miembros del Ejército y la Armada Naval, trabajando en conjunto dentro de un comando unificado.
Se estima que lleguen a un total de 2.000 uniformados.
Aunque fuentes del Ministerio de Seguridad informan a EFE de que son cifras estimativas y pueden ser más aún: en resumen, “no se debe revelar el cuánto”.
Por aguas rosarinas va el ‘Toba’ Al ser una ciudad portuaria a orillas del río Paraná, Rosario cuenta con la protección de la Prefectura Naval Argentina (PNA), que desde diciembre pasado patrulla la hidrovía día y noche con diferentes embarcaciones, entre las que destaca el guardacostas ‘Toba’.
Una de las cuatro lanchas rápidas de ataque de la clase Sheldag, de origen israelí, trasladada a Argentina en 2018 para proteger las fronteras hídricas del litoral y norte del país, cuenta con dos ametralladoras estáticas del calibre 7.62 a los costados del puente y una pesada del 12.7 en proa, con espacio para 12 prefectos.
Con 25 metros de eslora, 6 metros de manga y 1,25 metros de calado puede alcanzar los 75 kilómetros de velocidad; además, posee una Zodiac de goma para acercamientos costeros o embarques a otros navíos.
El oficial principal de la PNA Damián Centurión, capitán del ‘Toba’, explica al equipo de EFE embarcado en la nave para acompañar un patrullaje que el delito más frecuente en las costas es el contrabando de estupefacientes.
“Nuestra labor es controlar y reprimir ilícitos en el agua como el contrabando. Principalmente, nos encargamos del control de las hidrovías. Nuestra estancia aquí es indefinida. Sabemos que hay mucho por hacer en Rosario”, indica.
De acuerdo al capitán, el buque ya ha “soportado castigo”: en medio de un enfrentamiento, el aluminio naval aguantó, sin ser penetrado, balas del calibre 9 y 22 milímetros.
Llegaron a Rosario con el ‘Plan Bandera’, instalado poco después de que Javier Milei asumiera como presidente, para reforzar la seguridad y, según datos oficiales, la reducción de homicidios dolosos bajó al 47,83 %.
En los primeros dos meses de 2024, el narco lleva 24 asesinatos, mientras que los operativos lograron desmantelar actividades del crimen organizado, además de incautarse de vehículos, armas y móviles.
“Por el momento, no hubo ningún hecho preocupante entre nuestras tareas actuales de patrullaje que van desde Rosario, Santa Fe, Arroyo Seco, San Lorenzo y en donde nos requieran. Vamos variando los horarios, pero generalmente estamos de noche”, agrega.
Para esa labor, el ‘Toba’ tiene cámaras térmicas, nocturnas y diurnas con un alcance de 7 kilómetros usadas para seguir embarcaciones a distancia y de forma automática, gracias a su sistema de radares.
Por tierra, el ‘Humvee’ chino
El arribo de fuerzas federales incluyó a sus grupos tácticos, preparados para lidiar con situaciones antiterroristas y narcotráfico: a las calles rosarinas llegó el grupo especial de operaciones federales (GEOF), que utiliza el ‘Mengshi’ (palabra china para ‘soldado valiente’) tipo CSK131.
Es un vehículo blindado ligero de los cuatro donados por China a Argentina y puestos en funcionamiento en 2018 para la Cumbre del G20, cuenta con espacio para seis hombres y es usado para acompañar registros policiales.
Esta versión asiática del famoso HMMWV (‘Humvee’) acompaña retenes y puestos de control en los llamados ‘operativos de saturación’ -como pudo comprobar EFE-, que funcionan de forma intimidatoria controlando vehículos y en la vigilancia de los barrios más peligrosos.
Estos operativos inician a las 17:00 horas (20:00 GMT) hasta las 07:00 horas (10:00 GMT) del día posterior con la intención de prevenir y trazar un mapa de la estructura criminal.
El ‘Mengshi’ puede alcanzar los 135 kilómetros por hora, soportar todo tipo de calibres de armas de fuego y esquirlas explosivas de bajo y medio poder; inclusive puede ser equipado con una ametralladora pesada y hasta lanzagranadas.
Aunque el “narcoterrorismo”, como lo denominan las autoridades, tiene largos tentáculos, la llegada de agentes y equipamiento pesado por ahora blinda Rosario contra el narcotráfico.
Augusto Morel EFE