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Meloni se refuerza en casa con la vista puesta en Europa

La italiana lidera el grupo de los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR, en sus siglas en inglés) y Le Pen concurre por Identidad y Democracia (ID), y aunque sus relaciones no han sido muy fluidas.

Roma, 10 jun (EFE).- El holgado triunfo de Giorgia Meloni en las elecciones europeas, en las que aumentó su ventaja frente a sus rivales tras casi dos años en el poder, la refuerza al frente del Ejecutivo italiano, pero sobre todo en su papel de liderazgo de la extrema derecha en la Unión Europea (UE), donde, asegura, “Italia tendrá un papel fundamental”.

A contracorriente del resto de Gobiernos europeos, que han sufrido en mayor o menor medida el resultado de estos comicios, Meloni ha conseguido afianzar a sus ultras Hermanos de Italia (FdI) como primer partido del país, con un 28,80 %, por encima de los resultados de las legislativas en las que llegó al poder en 2022 (26 %).

“Es un resultado rotundo. Es muy importante políticamente y también conmovedor personalmente”, aseguró este lunes una emocionada Meloni, que se había presentado como candidata simbólica a los comicios (pues no ocupará escaño en Estraburgo) en una jugada que le ha salido bien.

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Y no solo internamente, donde se afianza frente a sus rivales, sino a nivel europeo, pues el Ejecutivo italiano sale de las elecciones como “el más fuerte” entre “las grandes naciones europeas”, según los expertos.

“Meloni es quizás el político más importante de Europa en estos momentos”, asegura el politólogo Giovanni Orsina, tras destacar los batacazos del presidente francés, Emmanuel Macron, y el canciller alemán, Olaf Scholz.

Los 189 escaños logrados por el Partido Popular Europeo (PPE) le sitúan de nuevo como primera fuerza en la próxima Eurocámara y, aunque con probabilidad se unirán a socialdemócratas y liberales para formar una coalición proeuropea de centro, siempre tendrán la posibilidad de unir sus votos a los de ultraconservadores para tratar de decantar la balanza, aunque sea de forma ocasional.

Es ahí donde ahora Meloni quiere jugar sus cartas para tener un rol clave en la UE y trasladar su modelo gubernamental, una alianza de ultraderechistas y conservadores, con su influencia, ahora “reforzada para sentarse a la mesa de negociaciones en Bruselas”, explica a EFE Alberto Vannucci, profesor de la Universidad de Pisa.

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“Hay que ver cuáles son las posibles mayorías” en Europa, “habrá que evaluarlo en las próximas horas”, pero “en cualquier caso, el resultado electoral dicta que la UE debe mirar mucho más hacia el centro-derecha”, “la izquierda en los próximos años será menos importante” e “Italia tendrá un papel fundamental”, aseguró Meloni a la emisora RTL.

Meloni ha dejado la puerta abierta a apoyar a la presidenta saliente de la Comisión Europea, la conservadora Ursula Von der Layen, sin cerrarse a pactar con la otra extrema derecha europea, la que lidera la francesa Marine Le Pen, que logró doblar en votos al presidente Emmanuel Macron y cuyo éxito ha propiciado elecciones adelantadas.

“Me parece que el resultado del partido de Marine Le Pen es muy importante. El suyo es un recorrido muy interesante”, afirmó Meloni, siempre pragmática, sin entrar en detalles.

La italiana lidera el grupo de los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR, en sus siglas en inglés) y Le Pen concurre por Identidad y Democracia (ID), y aunque sus relaciones no han sido muy fluidas, el tablero europeo las coloca ahora a ambas ante la posibilidad de llegar a acuerdos, al menos puntuales, que pueden complicar la situación al resto del Europarlamento.

“La partida europea esta aún abierta” porque “para entender como se jugará falta conocer un elemento incierto”, los resultados de las elecciones anticipadas en Francia, que será para Meloni “muy importante y diferente en función de si Macron deberá cohabitar o no” con un gobierno que incluya a la extrema derecha, asegura Orsini.

Según Vannucci, “ha funcionado la fuerte personalización de la campaña” en la que Meloni se presentó como candidata a pesar de no tener intención de ocupar un escaño en Bruselas, y “la luna de miel que suele durar seis meses o un año con el partido del jefe del Gobierno, está siendo mucho mayor en su caso”, en parte por el cansancio de los sucesivos gobiernos italianos sin mayoría clara, al contrario del de la líder ultraderechista.

“Ahora veremos sus habilidades al jugarse sus oportunidades reforzadas de pesar algo en el futuro de Europa”, añade.

Lo que está claro tras las elecciones del domingo, es que Meloni ya mira a Europa de otra manera: “Europa debe ocuparse de las grandes cuestiones que le competen, de las que los Estados nacionales no pueden ocuparse por sí solos. Debe tener una estrategia. Creo que ese es el cambio que hay que hacer”.

Marta Rullán – EFE

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