Utah.- ¿Sabías qué puedes descubrir nuevas perspectivas en el tratamiento del autismo y TDAH? Así lo reveló Frengy Alvarado en el nuevo episodio de “Panas en Utah Podcast”.
El autismo o trastorno del espectro autista (TEA) es un tipo de trastorno del desarrollo. A menudo aparece en los primeros 2 a 3 años de la vida. El TEA afecta la habilidad del cerebro para desarrollar las habilidades sociales y de comunicación normales.
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Mientras que el Trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) es un trastorno crónico caracterizado por la dificultad para prestar atención, la hiperactividad y la impulsividad. Suele comenzar en la niñez y puede persistir hasta la edad adulta. Puede ocasionar baja autoestima, problemas en las relaciones y dificultades en la escuela o el trabajo. Los síntomas incluyen hiperactividad y atención limitada. El tratamiento incluye medicamentos y terapia conversacional.
Alvarado conversó con Oromaika Uzcátegui, experta en Psiconeuroinmunología y Constelaciones familiares, quien habló sobre su enfoque innovador para tratar el autismo y el TDAH.
Durante el episodio, conversaron sobre su próximo taller teórico-práctico, dirigido a padres, maestros y profesionales, que busca brindar nuevas perspectivas y herramientas para abordar estos trastornos desde un ángulo holístico y más inclusivo.
Recomendaciones para el tratamiento del autismo
Es importante recordar que cada persona es única, por lo que lo que funciona para uno puede no ser adecuado para otro. Siempre es recomendable consultar con profesionales de la salud para personalizar el enfoque. Aquí van algunas sugerencias:
1. Intervención temprana: Cuanto antes se inicie el tratamiento, mejor. Programas de intervención temprana pueden ayudar a desarrollar habilidades de comunicación y sociales.
2. Terapia conductual: La Terapia de Análisis de Comportamiento Aplicado (ABA) es una de las más utilizadas. Se centra en reforzar comportamientos positivos y reducir los negativos.
3. Terapia ocupacional: Puede ayudar a mejorar las habilidades motoras y la integración sensorial, lo que es fundamental para la vida diaria.
4. Terapia del habla y lenguaje: Para aquellos que tienen dificultades en la comunicación, esta terapia puede ser muy beneficiosa.
5. Apoyo psicológico: La terapia cognitivo-conductual puede ayudar a manejar la ansiedad y otros problemas emocionales que pueden surgir.
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6. Educación personalizada: Es fundamental que los entornos educativos se adapten a las necesidades del niño, utilizando métodos de enseñanza que se alineen con su estilo de aprendizaje.
7. Grupos de apoyo: Participar en grupos de apoyo para padres y cuidadores puede proporcionar recursos y un sentido de comunidad.
8. Medicamentos: En algunos casos, los medicamentos pueden ser útiles para tratar síntomas como la ansiedad o la hiperactividad, pero siempre deben ser prescritos y supervisados por un médico.
9. Fomentar la inclusión social: Promover interacciones sociales en entornos seguros y estructurados puede ayudar a desarrollar habilidades sociales.
10. Cuidado personal y bienestar: No olvides la importancia de cuidar la salud física y emocional del niño, así como la de la familia. Actividades recreativas y tiempo de calidad son esenciales.
Recuerde que cada niño es diferente, y lo que funciona para uno puede no ser lo mejor para otro. La clave es la paciencia, la comprensión y el apoyo constante.
