Unesco reconoce la elaboración del casabe como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad
La respuesta definitiva a esta solicitud se espera para 2027, y con ella, el reconocimiento oficial de un patrimonio que ya late en los corazones de millones de personas.
Asunción, Paraguay.– La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) reconoció hoy 4 de diciembre, oficialmente, los conocimientos y prácticas tradicionales para la elaboración y el consumo del casabe como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, luego de que fuera elegida mediante votación la propuesta multipaís presentada por la República Dominicana, Cuba, Haití, Honduras y Venezuela.
La Unesco justificó la declaración del casabe como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, destacando su relevancia como símbolo de identidad, cohesión social y desarrollo sostenible en las comunidades del Caribe.
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Según el organismo, este pan redondo elaborado con yuca amarga refleja un legado indígena y africano transmitido de manera informal en los hogares y formalmente en las escuelas; promueve valores como la tolerancia, el respeto mutuo y la unidad; y contribuye a la seguridad alimentaria y el sustento económico de miles de familias.
La decisión también subraya el rol del casabe en la preservación de la paz y el diálogo entre comunidades, al igual que su importancia como referente identitario cultural en la región.
Venezuela pidió ante la Unesco que la arepa sea declarada patrimonio de la humanidad: Lo que se sabe hasta ahora
Además, en días pasados la arepa, ese icónico disco dorado de maíz, ha trascendido su condición de alimento básico para convertirse en un símbolo inconfundible de la cultura venezolana. Desde las cocinas humildes hasta los grandes eventos gastronómicos internacionales, la arepa une, identifica y narra la historia de un pueblo diverso y resiliente. En este contexto, Venezuela solicitó hace unos días ante la UNESCO que este plato sea declarado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, destacando su importancia como expresión cultural y elemento integrador.
La arepa, que data de épocas precolombinas, es mucho más que una comida. Es un puente entre generaciones, una tradición que se transmite de madres a hijos, y un espacio común donde convergen sabores y emociones. Su versatilidad permite que se adapte a cualquier gusto, con rellenos que van desde el clásico queso fresco hasta combinaciones más contemporáneas. Esta capacidad de adaptarse y evolucionar la convierte en un símbolo de identidad tanto dentro como fuera de las fronteras venezolanas.
En los últimos años, la arepa ha ganado protagonismo en la diáspora venezolana, sirviendo como un emblema de la cultura nacional y un recordatorio de las raíces. En mercados internacionales, su presencia ha crecido exponencialmente, logrando conquistar paladares y abrir un espacio para las tradiciones venezolanas en la gastronomía mundial.
La solicitud presentada ante la UNESCO resalta no solo el valor histórico y cultural de la arepa, sino también su papel como motor de integración. Este alimento, que se disfruta tanto en los hogares más modestos como en restaurantes de alta cocina, representa la diversidad y la creatividad del pueblo venezolano. Además, su preparación es un ritual que involucra paciencia, amor y una conexión profunda con las tradiciones ancestrales.
La iniciativa, respaldada con material audiovisual y fotográfico que ilustra la riqueza cultural asociada a la arepa, también incluye testimonios de cómo este alimento ha influido en la literatura, la música y las artes visuales venezolanas. Más allá de su aporte culinario, la arepa es una metáfora de unión y arraigo, un ejemplo de cómo un elemento tan cotidiano puede convertirse en un patrimonio invaluable.
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Con un “Día Mundial de la Arepa” que desde 2012 celebra su relevancia cada septiembre, este símbolo de la venezolanidad sigue abriendo caminos para que el mundo reconozca su importancia. La postulación ante la UNESCO no solo busca preservar esta tradición, sino también proyectarla como un legado cultural que representa el alma de Venezuela.
La respuesta definitiva a esta solicitud se espera para 2027, y con ella, el reconocimiento oficial de un patrimonio que ya late en los corazones de millones de personas.
Con información de EFE y Presidencia de Repuública Dominicana
