Zuckerberg reorienta Meta y abraza la narrativa sobre libertad de expresión de Trump-Musk
Según Mediawise, un programa de alfabetización mediática del Instituto Poynter, menos del 10 % de las notas comunitarias redactadas por usuarios de X terminan siendo publicadas en la plataforma, recogió The New York Times.
Los Ángeles (EE.UU), 8 ene (EFE).- La decisión de Mark Zuckerberg de acabar con el programa de verificación en Meta y sus críticas a medios tradicionales por “presionar para censurar más y más” dibuja una nueva visión entre las grandes redes sociales que podría tener importantes consecuencias a pocos días de la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca.
El reemplazo de una herramienta que nació para combatir el modelo de desinformación en las redes sociales, por las notas comunitarias, el mismo modelo que sigue X desde que lo adquirió Elon Musk en 2022, impulsa una nueva era para Meta, que redefine la relación de las grandes tecnológicas con los medios tradicionales y reguladores gubernamentales a nivel global.
Lee también: Zuckerberg está “muy interesado en tener un papel activo” en política tecnológica de Trump
Cambio de equipo
Tras las elecciones de noviembre, Zuckerberg buscó un acercamiento con Trump, quien había acusado a Meta de parcialidad y llegado a amenazar a su director ejecutivo con “prisión de por vida” después de que suspendiera su cuenta de Facebook tras el asalto al Capitolio en 2021.
Semanas después de los comicios, ambos se reunieron en la residencia de Trump en Mar-a-Lago (Florida), un encuentro que marcó un cambio de rumbo en la compañía que dio sus frutos con la dimisión del presidente de Asuntos Globales de Meta, Nick Clegg, el pasado jueves.
La marcha del expolítico británico y mano derecha hasta entonces de Zuckerberg en políticas públicas se debió, según explicó en una cadena de mensajes en X, a un “importante reajuste de la relación entre las grandes empresas tecnológicas y las presiones sociales”.
Otro de los cambios, que según medios ha provocado un terremoto interno en Meta, es la designación al consejo de dirección de Dana White, el CEO de UFC, el espectáculo de lucha más popular del país, y una figura tan cercana a Trump como Elon Musk.
Según pudo conocer CNBC, los foros internos de empleados de Meta están que arden con uno de los trabajadores asegurando: Meta “está mandando un mensaje más claro y grande a la gente de que los hechos no importan y comparando eso con una victoria de la libertad de expresión”.
La nueva era de Meta
Un discurso que hasta hace un año abogaba por restar importancia a cuestiones políticas o sociales en redes se ha ido reduciendo a una crítica a la censura que ejercen los medios tradicionales, que acusó el martes de “demasiado sesgo político”, según explicó Zuckerberg en un video.
Este miércoles Bill Adair, uno de los pioneros en el movimiento de los ‘factcheckers’, compartió en X un estudio de investigadores de la Universidad de Princeton que indica que los verificadores no muestran sesgo partidista, sino que prefieren enfocarse en líderes políticos conocidos.
Zuckerberg ha promovido un cambio de estrategia, como reconoció, por las recientes elecciones de EE.UU., que son a su juicio “un punto de inflexión cultural hacia la priorización, una vez más, de la (libertad de) expresión”.
Meta ha donado un millón de dólares al comité de organización de la investidura de Trump, al igual que Jeff Bezos, fundador de Amazon.
Lee también: Randi Zuckerberg: En IA estamos en un punto muy similar al de los smartphones hace 20 años
El nuevo rumbo de Meta fue aplaudido tanto por Musk, la persona más rica del mundo y uno de los principales asesores del Gobierno de EE.UU., como por Trump, quien sugirió que sus amenazas podrían haber propulsado este cambio de rumbo en Meta.
La directora ejecutiva de la red social X, Linda Yaccarino, celebró ayer en un evento en Las Vegas que la matriz de Facebook, Instagram y WhatsApp, las plataformas más utilizadas del mundo, se unieran al sistema de X, que emplea “conciencia global que hace a los usuarios más responsables”.
También el ala conservadora de EE.UU. respaldó la decisión de Meta de “matar” este sistema, que comenzó a implementarse en diciembre de 2016, coincidiendo con la primera victoria que dio acceso a Trump a la Casa Blanca hasta 2021.
Sin embargo, poco ha gustado a grupos defensores de los derechos digitales como Free Press.
“El abandono de la moderación de contenidos y la verificación de hechos por parte de Meta apunta a una nueva y escalofriante era de retroceso de las grandes tecnológicas”, rezó la organización en un comunicado.
Según Mediawise, un programa de alfabetización mediática del Instituto Poynter, menos del 10 % de las notas comunitarias redactadas por usuarios de X terminan siendo publicadas en la plataforma, recogió The New York Times.
Mikaela Viqueira – EFE