Daniel Noboa, un presidente ‘milenial’, impredecible y de mano dura
Su distancia con lo protocolar fue evidente cuando recibió en las Islas Galápagos con camisa blanca y bermuda de estridente color al presidente colombiano, Gustavo Petro.
Quito, 7 feb (EFE).- Daniel Noboa, el presidente más joven de Latinoamérica y de la historia democrática de Ecuador, busca a sus 37 años ser reelegido para un mandato completo (2025-2029), tras catorce meses de Gobierno marcados por la “mano dura” contra el crimen organizado y por acciones polémicas e impredecibles para sus adversarios, que denuncian una “actitud dictatorial”.
Con 35 años dio la sorpresa al ganar las elecciones extraordinarias de 2023 y asumir un país líder en índice de homicidios en Latinoamérica y con un déficit fiscal de casi 5.000 millones de dólares. Sin dudar, declaró una “guerra” al crimen organizado, que se ha visto acompañada en materia de derechos humanos, e implantó reformas económicas impopulares para equilibrar las cuentas públicas.
No le tembló el pulso para tomar decisiones incluso a veces fuera de la ley, según ha dictaminado la Corte Constitucional en varias controversias, como promulgar irregularmente por decreto una norma que le había negado previamente la Asamblea Nacional (Parlamento).
Lee también: El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, asistirá a la investidura de Trump
Así, en abril pasado ordenó el asalto policial a la Embajada de México para detener al exvicepresidente correísta Jorge Glas, que había recibido asilo diplomático al declararse perseguido político por las condenas y procesos por corrupción que acumula desde 2017 en Ecuador.
Ello llevó a una grave crisis con México, cuyo Gobierno pidió sin éxito que le entregaran a Glas, actualmente en prisión para cumplir una pena pendiente de cárcel.
Lejos de hacer algo por aflojar la tensión, Noboa recientemente anunció que impondrá aranceles del 27 % a México.
Otro episodio polémico es su particular enfrentamiento con su vicepresidenta Verónica Abad, quien lo ha acusado de acoso para forzarla a dimitir. Abad y el Gobierno se han contrademandado por presunta violencia política de género, lo que puede ser castigado hasta con la destitución del cargo.
Un “pésimo enemigo”
En su pulso con Abad, Noboa ha dejado claro que es un “pésimo enemigo a tener” -como dijo de sí mismo durante un acto público- y ha encontrado las maneras de mantenerla alejada del cargo.
Primero la mandó a Israel como embajadora, luego el Gobierno la suspendió del cargo, lo que fue anulado por la Justicia, y seguidamente nombró por decreto a una “vicepresidenta encargada” para delegarle la Presidencia durante la campaña electoral, algo declarado recientemente inconstitucional por el tribunal constitucional.
Con su primera esposa, Gabriela Goldbaum, de la que está divorciado, está enfrentado judicialmente por la custodia de su primogénita y antes de ser presidente confrontó a la aseguradora española Mapfre por una presunta filtración de datos bancarios en su proceso de divorcio.
Sus detractores lo tildan de caprichoso y hablan de actitudes dictatoriales, pero también ha demostrado astucia política para aplicar, sin revueltas sociales, medidas que hicieron tambalear a otros Gobiernos, como la subida del IVA y la reducción de los subsidios a las gasolinas.
Noboa es un hombre de pocas palabras. Sus discursos duran pocos minutos y apenas se prodiga en entrevistas con medios de comunicación.
Entre ‘tuits’ y ‘tiktoks’
Como ‘millennial’ (nacido entre principios de la década de 1980 y principios de la de 2000), habla sobre todo por las redes sociales. Su estilo para comunicar ha desencajado a más de uno.
Con piezas que duran segundos y frases tan cortas como punzantes, ha dejado muchas veces sin capacidad de respuesta a políticos a los que encasilla en “el viejo Ecuador” y vincula con la corrupción o la narcopolítica.
Heredero de una de las familias más ricas de Ecuador, Noboa es hijo del magnate del sector bananero y cinco veces candidato presidencial Álvaro Noboa y de la exasambleísta Annabella Azín.
Criado en una casa donde se respiraba política, se formó en prestigiosas instituciones extranjeras y estuvo enfocado en las empresas familiares antes de dar el salto a la arena política como asambleísta en 2021.
Atuendos que se vuelven memes
Noboa nació en Miami (Estados Unidos), igual que, ya como gobernante, lo hizo Furio, su tercer hijo y el segundo de su matrimonio con la ‘influencer’ y nutricionista Lavinia Valbonesi, con quien comparte el gusto por el deporte. En redes hace gala de sus rutinas de gimnasio y luce recientes tatuajes del ave fénix, como se llama su programa de seguridad para el país.
Lee también: Presidente de Ecuador, Daniel Noboa: “Tenemos muchos recursos naturales en Ecuador, pero se nos ha olvidado la gente”
Suele vestir a la moda juvenil pero de estilo imponente, con ‘jeans’, camisas, casaca de cuero y lentes de sol polarizadas, y no tiene miedo en ser blanco de memes al combinar un traje formal con unos imponentes zapatos Prada de plataforma, como hizo en su investidura.
Su distancia con lo protocolar fue evidente cuando recibió en las Islas Galápagos con camisa blanca y bermuda de estridente color al presidente colombiano, Gustavo Petro.
EFE