El peligro oculto de quejarse ¿Cómo afecta al cerebro y la salud mental?
Si bien expresar descontento ocasionalmente es natural, convertir la queja en un hábito puede afectar tanto la mente como el cuerpo. La clave está en desarrollar una mentalidad más resiliente y enfocada en soluciones, protegiendo así la salud mental y el equilibrio emocional.

Redacción Panas en Utah.- Quejarse es una conducta habitual en la vida cotidiana, pero lo que muchos desconocen es que esta práctica puede tener consecuencias significativas para la salud mental y el funcionamiento cerebral. Investigadores de la Universidad de Stanford han descubierto que la exposición frecuente a quejas puede afectar negativamente a las neuronas del hipocampo, una región clave para la memoria y la resolución de problemas.
Según el estudio, estar expuesto a quejas durante solo 30 minutos al día puede provocar una reducción del hipocampo, lo que disminuye la capacidad de atención, claridad mental y habilidades para enfrentar situaciones complejas. Este deterioro podría tener efectos a largo plazo en el rendimiento cognitivo.
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El impacto de las quejas no se limita al cerebro. Cada vez que una persona se queja, su cuerpo reacciona como si estuviera ante una emergencia, activando el eje hipotálamo-hipófisis-adrenal. Esto genera una liberación de cortisol, la hormona del estrés, que en niveles elevados y prolongados puede desencadenar ansiedad, fatiga y otros problemas de salud.
Además, centrado constantemente en lo negativo refuerza circuitos neuronales que predisponen a la persona a interpretar la realidad de manera pesimista, lo que puede derivar en estados emocionales poco saludables. En otras palabras, cuanto más nos quejamos, más fácil se vuelve a hacerlo, estableciendo un ciclo difícil de romper.
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Los especialistas sugieren adoptar estrategias para reducir esta tendencia, como practicar la gratitud, buscar soluciones en lugar de enfocarse en los problemas y rodearse de un entorno positivo. De este modo, se pueden minimizar los efectos adversos de la queja y promover un bienestar emocional duradero.
Conclusión
Si bien expresar descontento ocasionalmente es natural, convertir la queja en un hábito puede afectar tanto la mente como el cuerpo. La clave está en desarrollar una mentalidad más resiliente y enfocada en soluciones, protegiendo así la salud mental y el equilibrio emocional.