CNN en Español revela el testimonio de un venezolano deportado: 15 días en Guantánamo y una pesadilla que no olvida
Hoy, de regreso en su país, Simancas intenta retomar su vida en el sector de la construcción, pero admite que el trauma persiste. “Nos quisieron marcar para que no volviéramos, y lo lograron”, concluye, reflexionando sobre una experiencia que lo dejó con cicatrices imborrables.

Redacción Panas en Utah.- José Daniel Simancas Rodríguez jamás imaginó que su travesía en busca del llamado sueño americano lo llevaría a vivir una experiencia que califica como un “infierno”. Luego de ser detenido en Estados Unidos, fue trasladado junto a otros migrantes a la base naval de Guantánamo, en Cuba, donde permaneció 15 días en condiciones que describe como inhumanas. Su testimonio expone la dura realidad de muchos venezolanos deportados.
Según relató a CNN en Español, Simancas fue esposado de pies y manos y encadenado a otros detenidos antes de ser subido a un avión. Le dijeron que su destino era Miami, pero cuando aterrizó y fue trasladado en un autobús con ventanas cubiertas, sospechó la verdad: estaba en Guantánamo. Lo que no sabía era que su pesadilla apenas comenzaba.
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En su testimonio, describe un ambiente de aislamiento absoluto, con una simple sábana y almohada como únicas pertenencias, y comida insuficiente. “No sabes si es de día o de noche, lloré cada día durante esos 15 días”, confesó.
“En los interrogatorios que le hicieron al llegar dijo que había nacido en Maracay, estado Aragua, y ahí le vieron los tatuajes que, asegura, tiene desde los 16 años. Entonces, cuenta, las autoridades comenzaron a hacerle preguntas para determinar si tenía alguna vinculación con la banda criminal de origen venezolano Tren de Aragua, considerada por Estados Unidos como una agrupación terrorista. Las autoridades estadounidenses habían afirmado que los migrantes venezolanos enviados a Guantánamo tenían vínculos con El Tren de Aragua” se lee en el artículo de CNN en Español.
Asegura que solo pudo bañarse dos veces y que las revisiones de seguridad eran extremas. Para él, fue tratado como un peligroso criminal, aunque insiste en que nunca tuvo vínculos con bandas delictivas.
Su historia es parte de un proceso de deportación masiva que llevó a 177 venezolanos a la base naval, una medida duramente criticada por organizaciones de derechos humanos.
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Simancas niega haber ingresado ilegalmente a EE.UU. tras una expulsión previa, aunque documentos judiciales indican lo contrario. Mientras tanto, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de EE.UU. no ha emitido comentarios al respecto.
La dictadura de Nicolás Maduro calificó la detención de los venezolanos en Guantánamo como una injusticia y gestionó su repatriación. Simancas y los demás deportados fueron trasladados a Honduras y, posteriormente, a Venezuela en un vuelo de Conviasa.
Hoy, de regreso en su país, Simancas intenta retomar su vida en el sector de la construcción, pero admite que el trauma persiste. “Nos quisieron marcar para que no volviéramos, y lo lograron”, concluye, reflexionando sobre una experiencia que lo dejó con cicatrices imborrables.
Con información de CNN en Español