Hombre de Utah corrió disfrazado de plátano y rompió un récord mundial en el Maratón de Boston
Lo logró con disciplina, humor y una gran dosis de pasión. Ahora sueña con algo aún más ambicioso: clasificar para las Pruebas Olímpicas de 2028.
Redacción Panas en Utah.- Jordan Maddocks, un hombre de Utah y corredor habitual de maratones, convirtió una aparente excentricidad en un logro global. El 21 de abril, durante la edición 2025 del Maratón de Boston, estableció un nuevo récord Guinness: la maratón más rápida del mundo completada por una persona disfrazada de fruta.
Dueño de la tienda 21 Run en South Jordan, el hombre de Utah recorrió los 42 kilómetros con un disfraz completo de plátano y detuvo el cronómetro en 2 horas, 33 minutos y 19 segundos. Así superó por más de dos minutos la marca anterior, en una hazaña tan singular como disciplinada.
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El camino hacia el récord comenzó en 2019, cuando intentó romperlo por primera vez durante el Maratón Rock and Roll de Arizona. En esa ocasión, su tiempo fue válido, pero el traje no. Guinness le denegó la certificación porque el disfraz quedaba dos centímetros y medio corto en la espalda. Lejos de rendirse, Maddocks insistió.
Poco después, notó que Chiquita Banana patrocinaba corredores que intentaban batir marcas similares. Les escribió y consiguió el patrocinio para participar en la edición 2020 del maratón, esta vez acompañado por su padre. Más allá del cronómetro y del disfraz, ese día dejó una marca personal imborrable. “Pude coronar a mi padre con su medalla al final”, recordó. “De todos los maratones que he corrido, ese fue uno de los momentos más especiales de mi carrera.”
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En 2024, una lesión lo obligó a abandonar su participación en Boston, justo cuando otro corredor le arrebató su récord anterior con una diferencia de más de seis minutos. Durante un año completo, entrenó y se recuperó con un único objetivo: reconquistar el título que una vez fue suyo.
Lo logró con disciplina, humor y una gran dosis de pasión. Ahora sueña con algo aún más ambicioso: clasificar para las Pruebas Olímpicas de 2028. Mientras tanto, seguirá corriendo, disfrazado o no, impulsado por el mismo entusiasmo que lo llevó a cruzar la línea de meta en Boston, vestido de amarillo y con una sonrisa imposible de disimular.
Con información de Agencias
