Utah.- El gobernador de Utah, Spencer Cox, expresó su frustración hacia el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), calificando su liderazgo como “una vergüenza” y señalando fallos en la ejecución de deportaciones de inmigrantes indocumentados que han cometido delitos. Durante una rueda de prensa, Cox indicó que su administración está comprometida a colaborar en la expulsión de estos individuos, especialmente tras la inminente toma de posesión del presidente electo Donald Trump.
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“Nuestro enfoque está en aquellos que han cometido delitos graves, no en quienes simplemente están en el país de manera ilegal”, afirmó Cox, enfatizando la necesidad de priorizar la expulsión de los “peores elementos”. Según el gobernador, actualmente hay más de 200 inmigrantes encarcelados en Utah que podrían ser deportados, lo que, según él, supondría un ahorro significativo para los contribuyentes.
Cox también criticó la falta de acción de ICE, argumentando que la agencia no solo ha fallado en deportar a criminales, sino que ha enviado inmigrantes indocumentados a Utah sin justificación. Además, señaló inconsistencias en la comunicación y la gestión de recursos por parte de ICE, lo que, en su opinión, impide resolver el problema de manera efectiva.
El informe anual de ICE contradice parcialmente las declaraciones del gobernador, reportando 271,484 deportaciones durante el año fiscal 2024, el nivel más alto en una década. De estos, el 32,7% tenía antecedentes penales.
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Por otro lado, la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU) de Utah advirtió que las propuestas del gobernador podrían derivar en prácticas discriminatorias y violaciones al debido proceso, erosionando la confianza pública en las fuerzas de seguridad.
Pese a las críticas, Cox aseguró contar con el apoyo de la comunidad latina, aunque su postura sobre la inmigración sigue generando controversia.
Con información de The Salt Lake Tribune
