El televisivo castillo de Howard recupera su esplendor dieciochesco

York (Reino Unido), 25 abr (EFE).- El imponente castillo Howard, a las afueras de la ciudad británica de York (norte de Inglaterra) y escenario de éxitos televisivos como ‘Los Bridgerton’ o ‘Brideshead Revisited’, se exhibe al público tras una profunda restauración que le ha devuelto el esplendor del que gozaba en el siglo XVIII.
Esta monumental mansión propiedad de la familia Howard, cuya novena generación aún la habita y está situada en un terreno de más de 10.000 acres (4.046 hectáreas), se muestra desde este viernes renovada tras un lustro de trabajos artesanales propios de otra época.
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“Lo que hemos hecho en esta casa lo hemos llamado ‘Renacimiento en el siglo XXI’. Es una sensación gloriosa caminar por ella”, explicó a EFE Nicholas Howard, propietario de este castillo que se comenzó a construir hace casi 325 años.
Fue en 1701 cuando Charles Howard, por entonces tercer conde de Carlisle, encargó la construcción del castillo, que fue diseñado por John Vanbrugh y Nicholas Hawksmoor y que no finalizó hasta 1811.

Un devastador incendio
En 1940, un devastador incendio destruyó la emblemática cúpula y más de 20 habitaciones de la casa mientras se utilizaba como colegio femenino durante la Segunda Guerra Mundial, en lo que fue un duro golpe a esta familia que gestiona la propiedad que ha estado en continua transformación.
A su regreso de la guerra, George Howard, padre del actual dueño, tomó la decisión de mantener la casa y la finca en propiedad familiar y se embarcó en la restauración del edificio, que en 1952 se abrió al público.
En 1962 restauró la cúpula y, dos décadas después, el rodaje de la afamada ‘Brideshead Revisited’, una popular serie de televisión, permitió reconstruir el Jardín de Entrada y la Nueva Librería.
Pero la peor parte se la llevó la Sala de los Tapices, que quedó reducida a cenizas y se muestra ahora reconstruida al completo con una rica decoración de estilo barroco y con los cuatro tapices que en aquel momento colgaban de sus paredes y que representan ‘Las cuatro estaciones’, tejidos en 1706 por John Vanderbank.
“Hemos utilizado técnicas en la sala de tapices que son exactamente las mismas que se habrían utilizado en 1703. No estamos tratando de imitarlo, lo que queríamos es que todo encajara dentro de la casa como si siempre hubiera estado”, señaló Howard.
Cinco años de trabajo
Pero esta profunda restauración se extiende a más estancias, como dos habitaciones con muebles realizados por artesanos de ebanistería británicos que recrean las camas, armarios y sillas que se utilizaban en la casa antes del fatídico incendio.
También se ha trabajado en una gran escalera creada en 1870 y poblada de esculturas de piedra recogidas por los condes IV y V durante sus viajes por el mundo que conviven con bustos y vaciados de yeso encargados a otros artesanos.
La Gran Galería es otro de los espacios principales adecentados en los que se encuentran numerosas pinturas de origen italiano y de época Renacentista junto a retratos de algunos de los miembros de las nueve generaciones de los Howard que han habitado en el castillo.
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En total, cinco años de trabajo que se han visto afectados por el mal tiempo, las derivadas de la pandemia del covid-19 y otras vicisitudes que emocionaron a Nicholas Howard durante la presentación de estos trabajos a un grupo de periodistas y amigos.
“Hasta ahora, es la primera vez que un grupo de gente a la que respeto de verdad viene a la casa, y hoy he visto exactamente las reacciones que esperaba, así que estoy encantado”, confesó.
Los trabajos de restauración los continúa la actual generación de custodios, Nicholas y Victoria Howard, su esposa, bajo la dirección del arquitecto Francis Terry y los diseñadores Remy Renzullo y Alec Cobbe.

Miguel Salvatierra – EFE